Todas las claves del culebrón Neymar

El culebrón Neymar no ha hecho más que empezar. Y es que la situación del brasileño ha cambiado sobremanera en las últimas semanas, pues el PSG ya no se cierra en banda a traspasar crack brasileño. Sus últimos problemas extradeportivos, las continuas exigencias del futbolista y su entorno y el hecho de que se haya perdido muchos partidos importantes en las dos últimas temporadas, en entre otras cosas, hacen que el club parisino haya puesto en el mercado al carioca, algo impensable un tiempo atrás.

Ahora bien, que el PSG esté dispuesto a vender a Neymar no quiere decir que vaya a regalarlo, ni mucho menos. En Francia aseguran que Nasser Al-Khelaifi pide 300 millones de euros para dejar salir al brasileño, una cantidad altísima que dificultaría su salida hacia cualquier club. El futbolista ve con buenos ojos regresar al Barcelona, donde fue feliz y donde mantiene grandes amigos. Uno de ellos es Messi, que ha pedido al club que haga un esfuerzo por fichar de vuelta al carioca.

El problema del Barça es doble. En primer lugar, el acuerdo que tiene firmado el club con Griezmann, por el que tienen que pagar 120 millones de euros, y en segundo término esos 300 kilos que pide el PSG y que no podría asumir la entidad azulgrana bajo ningún concepto salvo que, hablando en términos coloquiales, venda a medio equipo.

El Real Madrid, a la expectativa

Pero el Barcelona no es el único interesado en Neymar. El Real Madrid siempre ha tenido entre ceja y ceja el fichaje del brasileño, y este verano puede ser la primera gran oportunidad para mover ficha y tratar de fichar al carioca, viejo sueño de Florentino Pérez. El club blanco espera acontecimientos y se mantiene a la expectativa, pero si se presenta una oportunidad real de hacerse con los servicios de Neymar irá a por todas. Llegar a esos 300 millones de euros se antoja complicado, pero el Real Madrid podría incluir en esa hipotética operación a jugadores como Bale o James Rodríguez, piezas codiciadas con las que no cuenta Zidane.

Queda un largo verano por delante y el futuro del jugador del PSG está totalmente en el aire. Él no quiere quedarse en París y el club galo ahora no le cierra la puerta de salida, pero en su día pagaron 222 millones de euros por él y ahora piden 300, algo que dificulta su salida de inicio.